Primeros Pasos con tu Concentrador de Oxígeno: Todo lo que necesitas saber para instalar, usar y cuidar tu equipo de oxigenoterapia en casa.

Recibir un concentrador de oxígeno estacionario o domiciliario en casa es un paso importante para mejorar tu calidad de vida. Aunque al principio pueda parecer complejo, instalar y usar tu equipo es más simple de lo que parece. Con unos pocos pasos y cuidados básicos, la oxigenoterapia se convertirá en parte de tu rutina diaria de forma segura y efectiva.

Esta guía está diseñada para ayudarte en esos primeros pasos, desde la instalación hasta el mantenimiento, para que te sientas seguro y confiado con tu nuevo equipo.

1. Instalación: El lugar perfecto para tu concentrador

Elegir la ubicación correcta es fundamental para el buen funcionamiento del equipo y tu seguridad.

  • Busca un lugar ventilado: Colocá el concentrador en un área donde circule el aire libremente.

  • Mantené la distancia: Asegurate de que haya al menos 30 cm de espacio libre alrededor del equipo para que las rejillas de ventilación no se bloqueen. Esto evita el sobrecalentamiento.

  • Sin humedad ni polvo: Evitá colocarlo en baños o zonas muy húmedas, y mantenelo alejado de fuentes de polvo o humo.

  • Lejos de calor y fuego: Es crucial que el equipo esté a una distancia segura de fuentes de calor como estufas, radiadores o cigarrillos. El oxígeno favorece la combustión, por lo que la seguridad es la prioridad número uno.

  • Conexión segura: Conectá el equipo directamente a un enchufe de pared. Evitá usar alargues o zapatillas, ya que pueden causar un cortocircuito.

2. Uso Diario: Conectá y respirá

Una vez instalado, usarlo es muy sencillo.

  • Encendé el equipo: Presioná el botón de encendido.

  • Ajustá el flujo: Girá la perilla o ajustá el control digital para establecer el flujo de oxígeno según la indicación de tu médico. No modifiques el flujo sin consultarlo previamente.

  • Conectá la cánula: Conectá el tubo de tu cánula nasal (o mascarilla) a la salida del concentrador.

  • Colocación de la cánula: Colocá las puntas nasales en tus fosas, y el tubo sobre tus orejas y bajo tu barbilla. Es importante que el tubo no tenga dobleces que puedan obstruir el flujo de oxígeno.

3. Cuidados y Mantenimiento: Tu equipo siempre a punto

Mantener tu concentrador limpio y en buen estado es vital para tu salud y para la vida útil del equipo.

  • Limpieza del filtro de aire: Este es el mantenimiento más importante. El filtro del concentrador debe limpiarse al menos una vez a la semana para asegurar que el aire que inhala el equipo sea limpio. Sacá el filtro de su lugar, lavalo con agua tibia y jabón neutro, enjuagalo bien y dejalo secar al aire por completo antes de volver a colocarlo. Nunca lo uses húmedo.

  • Limpieza del humidificador: Si tu equipo usa un humidificador, lavá el recipiente diariamente con agua y jabón y rellenalo con agua destilada. Esto previene la acumulación de bacterias y minerales.

  • Limpieza de la cánula y la máscara: La cánula nasal o la máscara debe limpiarse periódicamente según las instrucciones del fabricante y reemplazarse cada cierto tiempo.

  • Limpieza exterior: Limpiá el exterior del equipo con un paño suave y seco.

Recordatorio de seguridad clave

NUNCA FUMES, NI PERMITAS QUE NADIE FUME CERCA DEL CONCENTRADOR O DE TI MIENTRAS USÁS OXÍGENO. Esto incluye cigarrillos electrónicos. Mantené el equipo y la cánula lejos de cualquier fuente de calor o llama abierta.


Siempre consultá a tu médico

Esta guía es solo para orientarte en el uso y mantenimiento de tu equipo. La indicación de la cantidad de oxígeno que necesitás y las horas de uso son una prescripción médica. Si tenés dudas, notás que tu equipo no funciona bien o sentís cualquier molestia, consultá siempre con tu médico o especialista en terapias respiratorias.